domingo, 20 de diciembre de 2009

¿Qué celebramos en Navidad?

Cada vez está más cerca la Navidad, es una espera emocionante, los almacenes, las calles, todo se llena de adornos que nos lo recuerdan y como matrimonio, ¿qué celebramos en Navidad? ¿El nacimiento de Jesús en nuestro matrimonio? Esperamos que sí, pero ¿cómo sería nuestra vida sin Jesús?
Muchísimas de las cosas que vivimos a diario no existirían o fueran diferentes; podríamos tener una o varias mujeres o igualmente las mujeres podrían tener uno o varios hombres. Pero podríamos ser aún más modernos y si alguien del sexo opuesto no nos satisface podríamos experimentar con alguien de nuestro propio sexo.
Los niños podrían tenerse sólo cuando nos fuera conveniente sin que nos estorben para nuestros planes de estudio, de trabajo o de placer. Y por supuesto podríamos evitar a voluntad cualquier embarazo inesperado con un efectivo aborto.
No tendríamos problemas conyugales pues cualquier relación que “no funcione” podría desecharse y buscar otra.
Y para evitar llegar a una vejez solitaria o a una edad donde nuestra función sexual decaiga podríamos tener una edad límite de vida, tal vez los famosos cuarenta años?
Todas estas situaciones ya se han tratado en obras como “Un mundo feliz” de Aldoux Houxley pero muchas de estas situaciones ya no son ficción en nuestros días.
Hoy nosotros como matrimonios católicos debemos hacer que Jesús nazca en nuestros hogares porque nos da la seguridad de nuestra forma de vida porque nos aumenta nuestro amor conyugal y familiar y porque así tenemos cada vez una mejor sociedad.
Debemos pues esperar con ansias el nacimiento de Jesús porque nos trae una mejor vida y debemos hacerlo porque en esa medida les estaremos dando un tiempo grande y hermoso a nuestros hijos porque aún dentro de su mundo estridente y rápido, aún con esas cascadas propagandísticas una buena semilla es la promesa de una vida.
Vivamos una Navidad en familia, que Jesús nazca en nuestros hogares y que nuestras tradiciones tengan un significado para que perduren.
Feliz Navidad

domingo, 13 de diciembre de 2009

Al fin pusimos los adornos navideños

Hasta ayer, dia de la Virgen de Guadalupe, logramos poner la decoraciòn navideña, debido a problemas de salud, al exceso de trabajo y a otros compromisos no habìamos podido decorar nuestra casa, algunos vecinos iniciaron su decoraciòn al principio del mes de noviembre, y pensamos que era muy pronto, pero sin sentirlo, se nos fue el tiempo y resulta que hasta algunos vecinos mal encarados tenìan su luces navideñas y sus adornos. Asì que ayer no nos comprometimos con nada mas que en bajar adornos, desempolvar y colocarlos, mis hijas, mi esposa y yo; què tarea, al inicio, mis hijas habìan puesto mùsica pero de repente sonaban ciertas canciones con mùsica pegajosa pero al escuchar las letras eran tan violentas o tristes que inconcientemente la actividad tan bonita que estàbamos haciendo se fue volviendo muy violenta: "eso no es asì" "quità eso", "si no lo vas ha hacer bien mejor no lo hagàs", etc. con todos los decibeles posibles. Entonces insistì, insistì e insistì en cambiar la mùsica y pusimos canciones navideñas y asì despuès de un dìa agotador nuestra casa quedò arreglada pero lo màs importante fue que pasamos un dìa juntos toda la familia, haciendo algo que aunque nadie lo diga deja una huella profunda en cada uno de nosotros. Yo recordè mis navidades en casa, igual que mi esposa y sè que tambièn recordamos nuestras navidades juntos, para mis hijas seràn parte de los recuerdos que tendràn que llevarse con ellas algùn dìa pero hoy forman parte de nuestra vivencia de familia, de nuestro presente. La Navidad es una fiesta especial, es tan importante que nos llama a festejar y a intercambiar algunos regalos pero lo màs importante es reconocer que es el amor de Dios en nuestra familia el motivo principal para celebrar y si nuestra motivaciòn es esa, todo lo que podamos tener de bueno en nuestra familia viene como un regalo de Dios. Feliz Navidad
Responder

Reenviar

domingo, 25 de octubre de 2009

Pro blemas

En ocasiones puede ser difícil la vida en pareja; enfermedades, problemas económicos, celos, problemas de carácter, vicios, problemas con los hijos, hay toda una gama donde escoger.

Muchas, muchísimas veces nos llegan oportunidades de consuelos extraños, oportunidades de escapar momentáneamente de todas esas situaciones. Vamos volviéndonos grises, tomando un color intermedio e indeciso para cualquier situación; creo que todas las personas pasamos por etapas así, ¿esto nos ayuda? En lo más mínimo. El hombre se vuelve aburrido, enojado, tiende a mantenerse rumiando los mismos problemas y decide no hablar de los problemas con la esposa, para “no preocuparla”. Ya tomado ese océano de sabiduría viene otra gracia se empieza a pensar que no es apreciado en el trabajo, en la casa, con algunos amigos y entonces bien una manía de sentirse víctima; de todas estas circunstancias, de todos estos problemas, de todas estas injusticias sólo hay una víctima, él; pareciera que toda la creación se vuelca contra él.
Y llega uno a convertirse en un ogro que solo quiere ver televisión, comer y beber cerveza y pobres todos en casa. Si a los niños se les ocurre jugar haciendo ruido, hay que soportar frases como: “¡Yo trabajo todo el día y no puedo descansar!”; “¡Llevate a los niños que no me dejan oír!”; “Alcanzame el control del televisor”. Todo esto con un tono que ya envidiarían los “hijos del Trueno”. Así qué difícil es mantener una convivencia conyugal.

Cuando llega el tiempo en que se pierden los detalles, en que el amor puede no ser suficiente, debemos tomarnos el tiempo para hacer un alto y buscar soluciones.
¿Podemos tomarnos un tiempo para hablar de cualquier cosa a solas con nuestra esposa? ¿Nos atrevemos a salir solos? A cualquier lado, no es necesario sobrepasarse en gastos, lo que es necesario es gustar, saborear, reconocer la compañía de nuestra esposa y sentirnos bien.
¿Podemos ayudar con algo del quehacer de la casa?
¿Podríamos gozar de una salida con toda la familia?
¡Claro que sí! Tengamos la voluntad de ver en pequeñas cosas la grandeza de nuestra relación, oremos pidiendo la gracia de Dios para ver todo lo bueno que tiene nuestro matrimonio y estemos dispuestos a hacer algo porque siempre algo podemos hacer por nuestra familia, porque es responsabilidad nuestra, de ambos esposos el llevar adelante esta relación, depende de cada uno de la pareja la felicidad del otro. Y tu “ser feliz” es y debe ser tan importante para vos como para tu pareja y se debe hacer esfuerzos y sacrificios y todo lo que sea necesario para tener esa felicidad que nos merecemos. Lo peor que podemos hacer en momentos difíciles es encerrarnos en nosotros mismos, recordemos que nuestra familia, nuestra esposa, nuestro esposo, nuestros hijos son regalos preciosos de Dios.


“Señor, dame tu gracia, dame tu favor especial para evitar convertirme en un ser maltratado por la rutina y dame la certeza que esta mujer que me has dado por esposa o este varón que me has dado por esposo es quien va a hacerme feliz y es a quien yo voy a hacer feliz. Que este sea mi deseo cada día”

martes, 29 de septiembre de 2009

Seguimos

Siguen discutiéndose si aprobar o no el reconocer las uniones homosexuales como un matrimonio. Con pretextos de discriminación se trata de reconocer los derechos civiles de estas personas.
¡Qué duro! Que tengamos que discutir tanto por algo que no vale la pena, creo que toda persona tiene sus derech0s y que se puede vivir respetando a los demás. Pero un matrimonio es una institución con personas de diferente sexo, donde se mantiene una relación muy compleja y completa pero que está garantizada por el amor de los cónyuges bendecida, animada y fortalecida por Dios pues este amor es un reflejo del amor que Dios tiene para con nosotros. Es en este ambiente, donde se inicia la vida ya que todo amor es fecundo y es así como los niños pueden ir formándose en un ambiente sano, al cuidado de sus padres. ¿Muy tradicional? Tal vez, pero quizá el tener una opinión diferente solo sea producto de la influencia de muy pocos difundida hábilmente.
Así, cualquier día nos cansamos que el agua tenga sus cualidades (incolora, insabora, inodora) y le agregamos color, sabor y olor según nos convenga. Nuestras realidades se basan en normas de convivencia muchas van determinadas por características propias de nuestra naturaleza y el sexo es un absoluto no un accidente.
Con todo el respeto que cualquier persona merece, yo para el desarrollo de un niño prefiero ser tradicional (y yo diría natural) prefiero seguir el modelo original y no cambiarlo por otra cosa. Quisiera que nuestros hijos admiren a sus padres por la forma como se aman, que los profesores de nuestros hijos sean ejemplos a seguir, que las personas que influyen como autoridad en la sociedad puedan ser dignos de imitar porque mantienen hogares estables y que si bien es cierto que colaboramos con Dios en dar la vida, no lleguen leyes a decirnos que es mejor tener hijos sin sexo, que es mejor proclamar que somos los dueños absolutos de nuestro cuerpo, en fin que cualquier idea sea impuesta para deformar nuestra ya muy golpeada sociedad.
Podemos sentirnos pequeños, increíblemente pareciera una posición quijotesca tratar de defender algo que es natural, pero con la ayuda de Dios podemos mantener una célula sana para formar parte de la sociedad y en la medida que esto suceda, nuestra sociedad irá sanando.
Así que no importa cómo resulten las leyes, las discusiones o las tendencias de la moda, nuestro deber es seguir orando por y con la familia, seguir viviendo y manteniendo este ambiente porque no podemos hacerlo de otra forma, porque seria ir en contra de nuestra propia naturaleza y en contra de Dios.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Pues resulta que medimos fuerzas y la burocracia ganò, debido a que no se obtuvo mayorìa en la Asamblea Legislativa las reformas de la ley que hubieran impedido el que los homosexuales se puedan casar o adoptar niños la mociòn pasò a otro departamento pero por el momento no se hace ley de la Repùblica porque se pueden sentir marginados u ofendidos; asì que seguimos con la incertidumbre de saber si en la pròxima dècada nuestros honorables diputados volveràn a tratar el asunto.
Lo màs triste es que hay personas que son creyentes que opinan que pueden casarse los homosexuales ya que tienen derecho a ser felices, afortunadamente hasta hoy no se ha dado el caso en nuestro paìs pero dejamos la puerta abierta para que cualquier pareja pueda venir y vivir juntos y que si se tienen los mèritos y los medios puedan ser padres adoptivos de niños que crecerán llamándolos cómo ¿papá? ¿mamá?.
Cómo llegarán a escucharse en los recreos de las escuelas a cualquier niño: "cuando sea grande voy a vivir con un muchacho moreno", porque los niños aprenden del ejemplo que se les da.
Nuestro mundo va caminando hacia la visión de la sociedad que tuvo Aldous Huxley en "Un mundo feliz" donde la reproducción humana se daba por encargo en un laboratorio y la unión sexual era innecesaria (hoy lo empezamos a ver en algunos artistas). Pero no perdamos la perspectiva aún este autor a pesar de ser defensor y promotor del uso de drogas alucinógenas nos da esta visión como una denuncia, como una reflexión para detenernos y no llegar a esa forma perversa de sociedad.
¿Qué hacer? Pues debemos seguir desde nuestro castillo, seguir desde nuestro hogar educando con ejemplo sano y honesto, aconsejando oportunamente y dando explicaciones a nuestros hijos para que podamos dar a nuestra sociedad adultos concientes, buenos y sanos. Todos los males de nuestra sociedad están en nuestras manos para remediarlos con un buen ambiente de hogar, con amor, respeto y fe. ¡Adelante matrimonios!

sábado, 19 de septiembre de 2009

A favor de la familia

Nuestro paìs està pasando por diversas situaciones, algunas buenas, algunas no tan buenas pero como catòlicos debemos mantener nuestra presencia en diversos àmbitos.
Hoy nuestra Iglesia nos convoca a una marcha para que mostremos a la sociedad nuestro deseo de preservar la familia, de mantener en nuestra legislaciòn el concepto de matrimonio ("A imagen de Dios los creò. Varòn y hembra los creò" Gen 1, 27), de proteger a la niñez principalmente en el tema de las adopciones.
¿Podremos cambiar las opiniones de las personas encargadas de dictar nuestras leyes? Pues esa es la intenciòn pero definitivamente necesitamos hacer màs y como Iglesia estamos llamados principalmente a introducir a Dios en todos nuestros momentos asì que no olvidemos la oraciòn, oremos por el matrimonio, por la familia y por la niñez, digamosle al Señor que necesitamos su bendiciòn y protecciòn, que queremos mantener nuestro matrimonio segùn sus designios. Mantengamos esta intenciòn en nuestras oraciones, y asistamos a nuestras iglesias principalmente el pròximo jueves 24 de septiembre que serà la plenaria de la Asamblea Legislativa donde se tratarà este tema y unàmonos en oraciòn delante de Jesùs Sacramentado para que hagamos historia y que podamos contribuìr con nuestra parte a mantener una patria y una sociedad màs sana.