lunes, 2 de enero de 2012

Nuestra hija mayor se va a trabajar, mientras, seguimos nosotros de vacaciones (último día) le abrí la puerta de la cochera y me despedí de ella, y muchas cosas vienen a mi mente, como el hecho que va creciendo, va saliendo poco a poco al mundo y a todo lo que hay en él, lo bueno, lo malo, lo feo, quisiera poder irme con ella como un guardaespaldas, quisiera quedarme y proteger y gozar al resto de la familia, pero no puedo hacer todo, pero además no es lo que estamos llamados a hacer, sólo podemos gozar nuestros hijos y prepararlos para vivir en este mundo porque es el único que tenemos, sin importar cuánto de lo que hay en él es obra o culpa nuestra preparamos a nuestros hijos para la vida y después confiamos, confiamos que lo que hicimos funcione en su momento. Y así sucede, aunque a veces pasa antes de un mal momento y a veces pasa después, es la experiencia y es el camino que cada uno estará dispuesto a seguir, a vivir; nosotros como padres mostramos uno, el que nos parece mejor, lo mostramos con amor y quisiéramos poder hacer todo lo mejor por ellos  pero al final es la decisión de cada uno lo que trae consecuencias en cada vida, esperamos que sean buenas y que tengan una vida de buenos cristianos, buenos ciudadanos, pero no podemos vivir la vida de cada uno de ellos, los apoyamos, los acompañamos, pero cada uno será dueño de su propia vida, serán sus decisiones y al final, buenas o malas siempre estaremos con ellos, unidos por el amor, pero hay algo que podemos hacer siempre, y es orar por ellos, ponerlos en las manos de Dios con confianza, sabiendo que Él es el Padre y que sabe lo mejor para nosotros y así como hoy veo que no todo lo podemos hacer como padres, pedimos a Dios que los proteja y que haga todo lo que nosotros no logramos hacer. Y así lo hacemos, hoy y siempre por cada uno de nuestros hijos, de nuestras hijas:

             "El Señor te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre tí y te conceda  su favor.
              Yavé  vuelva hacia ti su rostro y te de la paz" (Num 6, 22,27)

lunes, 25 de abril de 2011

Vivamos la Pascua


Se acaba un periodo de vacación, se termina un período de reflexión, pero como matrimonio, como familia terminamos un periodo de pasar tiempo juntos, gracias sean dadas a Dios que a pesar de todo en este mundo tan convulsionado, tan lleno de nuevas tendencias antirreligiosas podemos seguir disfrutando de este tiempo.
Y vaya que sí disfrutamos, nuestras hijas planearon algunas salidas y disfrutamos de la naturaleza, del clima, de buena comida (algunas veces en exceso) pero sobre todo, disfrutamos de estar juntos, cosa que la vida cotidiana hace difícil.
Hoy nos preparamos a iniciar de nuevo nuestra rutina, confiados en que alguien que dio su vida por amor a nosotros y resucitó nos de la alegría de tener un Dios que nos ha mostrado estar locamente enamorado de la humanidad. Como matrimonio vemos que ese amor es el que debemos imitar y que será Él quien nos dará la posibilidad de hacerlo y así, cada tiempo que pasamos juntos, cada tiempo que compartimos como familia, se vuelve una acción de gracias por ese amor que nos une y que hace del matrimonio uno delos mejores inventos de Dios

martes, 5 de abril de 2011

Cuaresma

Por un período en elque Dios se acerca a nosotros y nos dice "Vamos tratemos de nuevo".

lunes, 28 de marzo de 2011

RMI Mojate




Me gustó este video para este tiempo tan especial y a veces tan mal entendido. Como dice el Papa: "¡Feliz Cuaesma!"

domingo, 21 de noviembre de 2010

¡Qué viva el rey!

 
 

     Esta frase ha aparecido en varias películas, en muchísimos libros, fue el grito de guerra de muchas batallas y era también la exclamación después de la coronación de cualquier monarca.
Nosotros acabamos de celebrar nuestras fiestas de independencia por lo que llevamos una mar de años de no saber de reyes, pero como nuestra sociedad es tan alocada cada día se nombra un rey y así mundialmente todavía hay un rey del fútbol, hubo un rey del mambo; le ponemos un trajecito que muchas veces le queda grande a un niñito y le nombramos rey del kinder.

     Pero hoy celebramos a un rey diferente, celebramos a  Jesús como Rey del Universo o sea como la persona más importante del mundo, y es lógico si todo en este mundo ha salido de sus manos.
Y en nuestro matrimonio ¿reina Jesús? ¿Es Jesucristo quien nos dice cómo debemos proceder en cada instante de nuestra relación como pareja? ¿Es Jesús quien nos autoriza sobre cualquier proyecto que tengamos dentro del matrimonio? ¿Es verdaderamente nuestro matrimonio una imagen del Reino de Dios, un reino de amor, de esperanza y de fe?
No se trata de andar juntos rezando todo el día pero podemos tener un día de oración  unidos espiritualmente a nuestra pareja por el amor y esto se logra realizando con alegría cada acción que nos corresponde hacer a diario.
Se trata de recordar sus palabras "sin MÍ nada podéis hacer" y más que recordarlas hacerlas vida para que nuestro matrimonio trascienda.
Se trata en fin de demostrarle a este mundo que nosotros las personas casadas somos expertos en el amor porque tenemos un Rey que nos dio ese amor ofreciendo su vida por nosotros y de este Amor se nutre nuestro amor

domingo, 14 de noviembre de 2010

Perdonar setenta veces siete

"Señor ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas de mi hermano?¿Hasta siete veces? Jesús le contestó "No te digo siete sino setenta veces siete" Sn Mt 18, 21-22

¿Cómo vivimos en nuestro matrimonio este mandato de Jesús? ´
Muchas veces durante la vida de cualquier pareja suceden discusiones, dificultades, ofensas todo esto puede comenzar originado por pequeñas diferencias en el diario vivir, llegar tarde porque ella se estaba arreglando a última hora el maquillaje, que no  decide qué ropa ponerse, tardarse en regresar a casa por un exceso de trabajo que no era imprescindible hacerlo hoy, por dejar la toalla mojada sobre la cama; en fin todas esas pequeñas diferencias que pueden originar una discusión pero, cuánto tiempo nos dura el enojo? Qué bueno es al principio cuando estas pequeñas discusiones se solventan con una caricia y termina con un beso o algo más. ¿Y después? Desgraciadamente muchas parejas van creciendo en edad y las discusiones son más intensas y el tiempo del enojo dura  mucho más.
Debemos fomentar el perdón en nuestro hogar, disculpar algunas costumbres que no nos gustan, generalmente así ha sido nuestra pareja siempre, y así lo aceptamos y así nos gustó. La mayor parte de veces vamos a disculpar pequeñas diferencias, pequeños detalles y es tan importante hacerlo porque el practicar el perdón nos lleva a estar preparados para poder superar cualquier dificultad grande. Problemas de depresión, apuros económicos, infidelidades, ofensas, violencia doméstica; en realidad  no debemos diferenciar problemas pequeños o grandes, será mas fácil algunas veces y en otras muchísimo más difícil pero el perdón debe darse y recibirse y daremos un ejemplo claro de amor a nuestros hijos.
En estos tiempos de tanta violencia en nuestra sociedad, el poder precticar el perdón siempre dentro de nuestro matrimonio nos prepara para extender ese perdón a nuestros  familiares, vecinos, compañeros de trabajo y a todos los que nos rodean.
Recordemos que el matrimonio es la forma en que una pareja consagra a Dios su amor para vivir juntos toda la vida, que los esposos deben ser verdaderos "expertos" en el amor y que el amor "perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo" (1 Cor 13, 7).

domingo, 31 de octubre de 2010

Dia de todos los santos

¿Sabías que la Iglesia celebra el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre? ¿Pero qué es lo que celebramos ese día realmente?
Al entrar en una iglesia vemos imágenes de santos en pedestales, pinturas, camarines, altares. Muchas son obras de arte y algunas veces antigüedades y en ocasiones conocemos algo de la historia de algunos de estos antepasados en la fe y muchísimas veces no tenemos idea de qué hicieron para ser santos. Incluso los nombres de nuestros abuelos tal vez se deban al día de la celebración de un santo. Son pues ejemplos que la Iglesia nos da de vidas dedicadas a servir al Señor, de personas que hicieron esfuerzos por defender y propagar la fe aún a costa de sus vidas; de muchos conocemos hechos sobrenaturales atribuidos a su intercesión y de varios sólo sabemos que tienen nombres extraños que tal vez fueron comunes en su época ( Expedito, Austremonio, Gumercindo, ).
Hoy vemos libros, medallas, prendedores, calcomanías, cuadros y hasta camisetas con imágenes de santos populares y escuchamos sorprendidos del llamado de la Iglesia a la santidad, todos estamos llamados a ser santos. Este día en especial nos recuerda algo que rezamos cada domingo en la Santa Misa al proclamar nuestra fe en el Credo: “la Comunión de los Santos”. En esta afirmación aseguramos que existe una comunión de los bienes de la Iglesia y de las personas que conforman la Iglesia. Así, formamos un solo cuerpo, somos el cuerpo místico de Cristo, Jesús es nuestra cabeza y así como nuestro cuerpo no tiene sensaciones aisladas sino que de alguna manera fisiológica todo tiene algún efecto en el resto, también así nuestra fe nos une, nuestra forma de vivir, todo influye de alguna forma por medio del Espíritu Santo en toda la Iglesia y así también nuestros pecados tienen alguna influencia negativa en la misma Iglesia.
“Sean Santos porque yo el Señor soy Santo” (Lev 11, 44). Pero ¿yo podré ser un santo? En realidad no es un mandato para otro día, no es una invitación para un momento, es un mandamiento para que vivamos cada minuto de nuestra vida. Podemos creer que no somos dignos de la santidad, podemos pensar que algunos aspectos de nuestra vida no son precisamente ejemplares y podemos poner un montón de situaciones negativas: soy enojado, soy vanidosa, me gusta “vivir bien”, tengo envidia, he cometido muchos errores, etc., etc. Bueno y qué la Iglesia está llena de santos reconocidos durante la historia y todos ellos han sido ejemplares pero también han tenido errores, son santos no son Dios, claro que han cometido errores, claro que han cometido pecados, no han sido Jesús o la Virgen María. Muchos han sido enojados (los “Hijos del Trueno”), San Pablo podría ser juzgado por cómplice de asesinato; ¿has dicho mentiras a veces? El primer papa mintió y sintió miedo de declarar ser amigo de Jesús. Así también nuestra Iglesia está formada por pecadores pero es Santa porque Él que es la cabeza es Santo, así que por eso somos llamados a vivir en santidad, a ser santos, a que tengamos en nuestra mente cada día, a cada instante a Nuestro Señor y que cada acción grande o pequeña que hagamos sea para honrarlo y demostrarle nuestro amor porque Él está siempre a cada instante con nosotros porque Él mismo lo dijo en su Palabra.
Mantengámonos pues unidos por ese afán de ser santos, no porque algún día nos pueda ser reconocido este esfuerzo sino para vivir siempre en su Presencia. Vivamos nuestra Eucaristía donde el Señor se nos da y nos llena de su amor y misericordia para compartirlo con los demás, con ese alimento espiritual se nutre nuestra santidad y nuestro día a día va teniendo un sentido.
Reconozcamos pues en este día a todos los santos, grupo inmenso “que no se pueden contar” (Ap 7,9) y variado: mártires, personas piadosas, reyes, princesas, sacerdotes, obispos, papas, pintores, soldados, mercaderes; pero también reconocemos a nuestra abuelita, tal vez a nuestros padres, obreros, campesinos, secretarias, bibliotecarios, comerciantes, panaderos, pastores, escritores, poetas, matrimonios, médicos, albañiles y tantos y tantos que se encuentran en la presencia del Señor y que no han sido y probablemente no serán reconocidos como el grupo de santos canonizados pero que contribuyeron con su esfuerzo a propagar la fe, y a hacer de este un mundo mejor. Como ellos hagamos de nuestra vida una ofrenda amorosa a Dios y así cada acción grande o pequeña hecha para el bien será una obra buena que llevaremos ante la presencia de Dios “sus buenas obras les acompañan” (Ap 13, 14)